
Su obra es compleja, pero accesible.
Paisajes absortos, ocasos donde el color azafrán- el color del renunciamiento en el Oriente- sin embargo aquí es la luz de la completud lograda en el clima añejo.
Tal vez me animo a relacionar esta magnífica producción con las obras de Nahuel Vecino o Gabriel Grunn:paleta obscura, manejo de tiempo suspendido y disreal, contornos consecuentementes Renacentistas.
Cómo siempre, el ejercicio geométrico, expresado estructuralmente, en interrrelaciones de o entre elementos.Es llamativa la obra-objeto ,un televisor con una montañita, un nido de hornero cónico, por ejemplo?

Dentro de lo que yo bautizo cómo "Iconódromo":el paisaje neoyorkino en un ocaso o un amanecer tal vez.
El concepto de templo, siendo continente del mito urbano:es un relato conceptual consecuente con su temperamento escueto y apacible, sin dobleces explicativas.
No hay pretensiones, pero es notable
el trabajo que demuestra los días de estudio serio, seguramente bien documentado e inspirado.

Y olé!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario